Una empresa de seguridad privada en Managua, o en cualquier otra ciudad, ofrece una gran variedad de servicios con el fin de optimizar la protección física de empresas, bienes y personas.
Incluyen asesoramiento para la mejorar de la seguridad, labores de vigilancia, protección de propiedades, evaluación de amenazas, etc.
Para adecuarse al nuevo escenario de la seguridad privada, el punto de partida es estratégico. Se requiere de la toma de decisiones claras, que se relaciona con:
— La elección de los mercados en los cuales se competirá
— El posicionamiento que se buscará en cada uno de ellos
— Los productos y servicios que ofrecerán
— Las ventajas competitivas que se buscan desarrollar
Es decir, la claridad estratégica es imprescindible.
Para hacer negocios toda empresa de seguridad debería tener objetivos claros y comprendidos por todos los colaboradores.
El segundo concepto clave es segmentación.
Una vez que se ha elegido el o los mercados y segmentos en los cuales competirá tu empresa de seguridad privada, se debe estimar el potencial de cada uno, para poder hacerlo debemos preguntarnos lo siguiente:
— ¿Cuáles y cuántos son sus potenciales clientes?
— ¿Cuáles son las pautas y los criterios para comprar?
— ¿Cuál es el potencial económico que tiene el segmento?
— ¿Qué diferenciación asegura qué volumen en cada segmento?
Por lo tanto, si no se han podido contestar las preguntas anteriores, no podemos realmente estimar el volumen de ventas a futuro, ni el tipo de inversiones que valen la pena hacer para ganar una posición dentro de los segmentos que has elegido.
Para conseguir que las demás empresas y clientes potenciales conozcan su trabajo, las empresas de seguridad elaboran estrategias de marketing, que pueden variar según los servicios que ofrecen y los sectores de mercado al que se enfocan.
Estas son algunas de ellas:
Pocas empresas contratan una empresa de seguridad privada, que no ofresca garantías de que desempeñan bien su trabajo.
Es por esta razón que deben demostrar que la empresa y sus empleados cuentan con la formación y experiencia necesaria y, por supuesto, las licencias pertinentes que los acreditan para brindar este tipo de servicios.
La mayoría de empresas de seguridad privada tienden a especializarse en un servicio concreto, ya sea protección y seguridad física, seguridad electrónica o traslado de valores.
Sea cual sea el servicio en el que tu empresa se ha especializado, debe ser el mismo que publicitan para conseguir clientes.
Si se anuncian demasiados productos o servicios, se puede confundir a la empresa que quiere contratar.
Entonces,
Para hacer del mercadeo una cultura organizacional que pueda ser base de éxitos en las actividades de tu organización, les compartimos algunos tips para mejorar la efectividad comercial.
No hay que hacer esperar innecesariamente por una respuesta a una inquietud o duda y mucho menos cuando se tiene al alcance tanta información en Internet, los sitios web, las redes sociales, los blogs, etc., en donde su cliente potencial podrá averiguar lo que se desea.
Actuar a la defensiva, con las alternativas que se tienen, no genera los mejores resultados.
Hay que hacer que tus clientes potenciales y prospectos se expresen y opinen, permitirles que puedan seleccionar, preguntar y sugerir.
Nuestro trabajo es estar preparados para que lo que tus clientes dicen y/o hacen, aunque no esté siempre de acuerdo con lo que esperas; pero en todos los casos, hay que respetar.
Ya que son demasiadas las veces y muchos los casos conocidos, que esto no ocurre, se ha convertido en una de las quejas más frecuentes de los clientes.
Los compromisos que se incumplen y las promesas que son palabras, pueden generar una clientela descontenta, insatisfecha y una campaña negativa, que podría “dañar” la imagen de su empresa y hacer que el mercado se arriesgue…
Para hacer esto, hay que estar pendientes de los detalles, partiendo de la base de que lo que para algunos puede ser algo insignificante, para otros, probablemente sea muy importante.
Por lo que no debemos pensar que algo es más o menos importante para nadie; además, todo es circunstancial, es decir que depende de la situación que se esté viviendo en el momento.
Este aspecto lleva a decir que hay que entender el estado de demanda de los clientes y prospectos, tratando cada caso como único y especial, porque las motivaciones y los estados de ánimo de los humanos varían demasiado.
Para poder tener éxito con todas las personas dentro y fuera de la organización y lograr una efectiva actividad relacional es fundamental saber qué es lo que los “mueve”.
Para establecer una relación que permita satisfacer todas las necesidades y/o deseos de tus clientes, superando expectativas y logrando la fidelidad que se quiere, es necesario que las partes se conozcan cada vez más.
Es una tarea que no tiene fin, porque con los cambios y la evolución constante que nos rodea, los comportamientos de las personas también se modifican.
Además, si ha esto le sumamos las razones de tipo antropológico, que hacen que los mercados sean tan dinámicos y las redes sociales que hoy en día hacen posible “adelantar” actividades para formar y mantener mercados en ambientes de alta competencia.
Aunque algunas empresas de seguridad privada son lo suficientemente grandes que pueden proporcionar servicios que se adaptan a la mayoría de los clientes, la mayoría de las empresas deben centrarse en un tipo específico de trabajo de seguridad en torno al cual pueden basar su publicidad.
Por ejemplo, una empresa con amplia experiencia en investigaciones privadas podría promocionarse como una empresa que se especializa en esta área.
Tener este enfoque en el marketing de tu empresa de seguridad es muy necesario ya que, al nombrar muchos servicios en un solo anuncio, no lograras dejar a los consumidores con una clara impresión de como tu empresa les ayudará a cubrir sus necesidades de seguridad.
No sirve de nada contar con un área de marketing profesionalizada si la empresa mantiene una cultura fuertemente enfocada en lo interno y lo operativo.
En cambio, una filosofía orientada al cliente condiciona la forma en que se realiza cada tarea cotidiana, pensando siempre en generar lealtad.
Inicialmente, la lealtad se gana dando satisfacción a demandas, necesidades y deseos de los clientes.
Luego es preciso avanzar un paso más, superando sus expectativas y creando más valor.
Ha llegado el momento de comenzar a pensar en el marketing, como una actitud para detectar, comprender y satisfacer las necesidades de los clientes.